Cuando intentamos aparcar el coche en el centro de Oporto tenemos varias opciones, entre ellas la de estacionarlo en parkings con un gran valor arquitectónico, que nos transportan a los inicios del uso del automóvil en la ciudad.
Con la generalización de los coches como medio de transporte a principios del siglo XX, las ciudades se vieron obligadas a encontrar soluciones para el aparcamiento. En Oporto, a principios de los años treinta se construyeron algunos garage. En esa época, estos edificios no se limitaban a un criterio utilitario, también pretendían representar a través de la arquitectura el nuevo paradigma de la ciudad moderna y el de la renovación cultural del momento.
El primer parking se construyó en 1932: el Garagem do Comércio do Porto, proyectado por Rogério de Azevedo. Está situado cerca de la Avenida dos Aliados, en la esquina de la Rua Elísio de Melo con la Praça FIlipa de Lancastre. La fachada presenta unas líneas marcadamente modernistas y cuenta con cuatro pisos destinados al aparcamiento y tres para despachos. En la planta baja encontramos una pequeña exposición con fotografías antiguas del edificio. Este parking se encuentra muy cerca del Edifício Axa y actualmente la vida nocturna de Oporto ha crecido enormemente en esta zona de la ciudad, lo que lo convierte en un buen sitio para dejar el coche en las noches de marcha.
En el tramo superior de la Rua Passos Manuel, casi en frente del Coliseum, se encuentra el Garagem Passos Manuel, inaugurado en 1939 e ideado por el arquitecto Mário de Abreu. Este edificio plenamente Art Déco cuenta con tres pisos destinados a los coches y en su fachada podemos admirar un mapa de carreteras de Portugal de neón. En la planta baja encontramos una peluquería para hombres y en el cuarto piso existe el Maus Hábitos, un espacio de intervención cultural con galerías de arte, residencias artísticas, un restaurante vegetariano y un bar con unas vistas muy bonitas a la ciudad.
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En el último tramo de la Rua do Bolhão, encontramos el Silo Auto, un parking cilíndrico de siete pisos construido en hormigón armado y concebido por los arquitectos Alberto José Pessoa y João Abel Bessa. El proyecto original incluía una pista de hielo para hockey y un restaurante en los pisos superiores que nunca llegaron a ser construidos. En el interior del edificio existe un área de servicio y un quiosco y últimamente en los pisos intermedios se han celebrado algunas ediciones del Flea Market Porto.
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Con estos garage…. ¡quién quiere dejar el coche en un lúgubre sótano!